lunes, 13 de octubre de 2008

A partir del cuarto whisky se me va la inspiración...

Pero aparece otra cosa. Dicen que los niños y los borrachos nunca mienten, aunque siempre he creido que debería decirse que ellos no ocultan información y yo me pregunto...en esos casos nos comportamos como realmente somos? hacemos cosas que de manera sobria no nos atreveríamos a mencionar? o por el contrario aparecen aquellas que jamás quisieramos hacer en realidad?. A la mañana siguiente, cuando todo deja de estar borroso, solemos sentir punzadas de arrepentimiento, término tambien conocido como resaca. Es ese el castigo por el mal comportamiento, o el recuerdo de que hemos sido nosotros mismos durante un buen periodo de tiempo?. Los cínicos critican a quienes afirman que sin dos copas de más no son capaces de pasar una buena noche, creo que, en el fondo, es una manera de evitar la idea de que todos somos más divertidos cuando no estamos en nuestros cabales, o al menos más salvajes y despreocupados. Sacamos aquello que normalmente se queda dormido el resto del día, aunque...hasta que punto eso es sano para nosotros?

No hay comentarios: