miércoles, 15 de octubre de 2008

Debería existir la inmortalidad

Porque hay quien no tendría que desaparecer nunca. Paul Newman era uno de ellos. El hombre de los ojos azules que conquistó Hollywood de la mejor manera, contradiciéndolo. Viviendo alejado de la parafernalia, siendo feliz con una sola mujer, ayudando a quienes jamás podrían soñar con una vida como la suya, aceptando que los años pasan y demostrando que no son los premios quienes crean al actor.
Es la leyenda del indomable que no tenía ni un pelo de tonto. Un hombre conocido como el buscavidas que los indeseables querían ver con el agua al cuello y las mujeres declaraban ser culpables de amarle. Un hombre de hoy que nunca siguió el camino a la perdición, hecho de una casta invencible y que consideraba que el color del dinero no le hacía un marido rico, sino el hecho de que hubiera para ella un solo hombre. Nunca fue traidor a su patria ni estuvo marcado por el odio. Vivió cada día como si se tratara de su última locura porque su sueño fue dar el golpe y llevarse el premio. Y tras 500 millas de vida y formar parte de dos hombres y un destino decidió observar la vida desde la terraza, esperando a Mr. Bridge. Pero tras el largo y cálido verano llegó su día del fín del mundo y al caer el sol su veredicto final ocurrió con ausencia de malicia. Dejó un mensaje en una botella donde escribió cuatro confesiones, entre ellas una que decía: veo la ciudad frente a mí y sé que un día volveré pero mientras tanto, junto a la gata sobre el tejado de zinc, esperaré.


Hasta la vista Paul.


http://www.youtube.com/watch?v=nw46vwLfJ74

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bego! soy Marcos (Fdez). No sabia que tenias un blog

Paul yo creo que sí es inmortal.

Te fisgaré mas a menudo. :)