Creamos necesidades, dependencias, excusas, mentiras que no hay por donde coger...olvidamos recuerdos, fechas, minutos que por un tiempo creímos imborrables. Pero, a veces, todo eso vuelve, no para instalarse definitivamente pero sí de visita, y llegan en el momento más inadecuado, como las facturas. Facturas pendientes del pasado a las que no hicimos frente alegando suspensión de pagos.
-"Sigo siendo insolvente, lo siento. Vuelva otro día"
2 comentarios:
Y cuando piensas estrenarlo????
Sería un puntazo Bego, yo no me lo pensaría mucho.
Póntelo ya!!!!
qué bien lo interpreto todo, eh!!
siguen escribiendo, auqnue este calor te derretirá las neuronas...
nos vemos en nada muñeca!!!
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