martes, 3 de marzo de 2009


Viajar en el metro de Madrid es una de las mayores aventuras de la gran ciudad. Se pueden observar infinidad de versiones del ser humano, algunas de ellas muy peculiares.Modernos, pijas, ejecutivos, punkies, carteristas, bohemios, dormidos, eufóricos...todo es posible a diez metros bajo tierra. Nunca falta el espécimen que escucha música a través del móvil, poniendo música a todo el vagón mientras practica algunos pasos de baile; la pareja de enamorados que no pueden aguantar sus ansias y ofrecen un espectáculo que roza la ilegalidad. El hombre trajeado con maletín a juego que no deja de observar a la minifaldera sentada a su lado, desde su posición tiene una vistas magníficas del pronunciado escote. Nunca faltan los intelectuales, aquellos que siempre están leyendo, ya sean novelas, prensa o apuntes de física cuántica. Las colegialas que hablan a voz en grito sobre los chicos de su clase y que no se cortan a la hora de apostar cuando perderán su virginidad. Siempre hay un músico, que toca el acordeón, la guitarra o la armónica a cambio de unas monedas, pero rara vez se lleva más de dos euros al bolsillo. De vez en cuando se puede observar esa rara especie denominada “personal de seguridad”, están prácticamente en peligro de extinción por eso cuando se dejan ver todo el mundo los mira ensimismado, es un momento único, siempre se encuentran en cautividad. Otros ejemplares son aquellos que sólo se ven los fines de semana, se ocultan entre bufandas y banderas y ofrecen cánticos e himnos a los presentes siempre que estén de buen humor, en caso contrario se escurren en un asiento y se hacen invisibles. Se trata de un mundo paralelo, donde todos los modelos humanos tienen cabida. Incluso yo misma tengo mi pequeño espacio y realmente me gustaría saber en que grupo se me incluiría, espero que no sea en el de “gente normal”, siempre son los más aburridos cuando viajas en metro.

4 comentarios:

obaobab dijo...

seguro que no estás en el d egente normal....

aunque tampoco se muy bien en cual colocarte....jajja. lo iré pensando..

podría quedarme horas y horas mirando a la gente. como aquí no hay metro, me conformo con el parque de Begoña (buen nombre)

besín

Anónimo dijo...

y los que hacen botellon en la linea circular hasta que cierra el metro. VIVA EL METRO DE MADRID!!

genial bego.

beso. Paula

Iker dijo...

Bua, le pillamos al deepblue ese y le partimos la cara rápido, no nos dura ni un asalto. ^_^

Por lo demás todo bien, mucho trabajo y poca diversión, pero con los tiempos que corren no me puedo quejar, creo.
Un saludo Begoña, hasta luego!

PD: hay que pedir que metan más vagones al metro de Madrid, que a las mañanas vas enlatao.

Helena dijo...

Pues si que es complicao lo del metro.
A mí me daba bastante miedín, pero todo es acostumbrarse.
En cuanto a lo de la entrevista muchas gracias! Espero que haya razones por las que me tengas que hacer tú otra pronto, jeje.
Un beso!!!